lunes, 2 de abril de 2007

Los Descubrimientos Geograficos De Los Siglos XV y XVI




LOS DESCUBRIMIENTOS GEOGRAFICOS DE LOS SIGLOS XV Y XVI.

Corresponde a una serie de exploraciones geográficas realizadas al comienzo de la Edad Moderna, que debido a causas económicas, ideológicas y técnicas impulsaron a los europeos a descubrir rutas marítimas y territorios distantes de su entorno, que fueron llevadas a cabo durante los siglos XV y XVI especialmente por portugueses y españoles.

ANTECEDENTES

Entre los siglos XII y XIV, después de las Cruzadas, la cristiandad vivió grandes cambios: renacieron las ciudades y el comercio creció, Europa tomó contacto con las tierras próximas de Asia y descubrió sus productos y riqueza, las especias que por ahí llegaban, los perfumes, los tejidos de seda, el papel o las alfombras. Frente a la pobreza europea, Asia tenía mucho que ofrecer, y algunas ciudades comerciales de Italia, como Venecia, Génova, Florencia o Pisa empezaron a prosperar y a aumentar sus flotas.
El europeo, que ignoraba casi todo de Asia, se fue acostumbrando, desde el siglo XII, a productos que llegaba de allí y era cada vez más estimado: las especias.
Éstas servían para condimentar alimentos y hacer más comestibles algunos platos mal conservados. En un recetario de cocina de la época no faltaban pimienta, jengibre, menta, nuez moscada, salvia, perejil, comino, azafrán, clavo o anís. También se utilizaban para fermentar algunas bebidas caseras. Por último, la medicina elaboraba numerosos brebajes con estos productos. A partir del siglo XIII, el comercio de especias estaba ya perfectamente organizado. La mayor parte de ellas, las más selectas y apreciadas, procedían del Extremo Oriente (archipiélago de la Sonda, actual Indonesia). A través de rutas transasiáticas terrestres (de la seda) y marítimas (del Indico), perfectamente organizadas, llegaban las especias al Mediterráneo oriental (Tana, Trebisonda, Constantinopla, Alejandría), donde fueron levantando sus factorías los mercaderes europeos, que las recogían.
para distribuirlas en el mundo cristiano Así fue como las ciudades italianas se introdujeron en el comercio con Oriente y, una vez que lo controlaron, evitaron a toda costa que nadie les hiciese competencia. Incluso, cuando los intereses y monopolios de Génova, Pisa, Florencia, Nápoles, Sicilia, etc., podían amenazarse entre sí, llegaba el enfrentamiento, seguido de la caída de una y el ascenso comercialde otra que se adueñaba de los mercados de la vencida. este dependía de una sola ruta; por esto convenía encontrar un camino nuevo para llegar a la India.
FACTORES ORIGINADORES:

FACTOR POLÍTICO HISTÓRICO: La caída de Constantinopla en poder de los turcos Otomanos, en 1453, y la dominación de Egipto (Alejandría) poco después, interrumpe las rutas comerciales de los mercaderes italianos por el Mar Mediterráneo y el Medio Oriente imposibilitando los contactos entre europeos y asiáticos demostrando la vulnerabilidad del comercio cristiano cuando

FACTOR SOCIO POLÍTICO: La nobleza, fuerte y rica, participó en actividades marítimas sin considerarlas deshonrosas y por sobre todo la participación de la Burguesía. Los reyes hicieron pronto suya la inquietud por el mar: protegieron la construcción naval, apoyaron la creación de astilleros y concedieron fueros y privilegios a las ciudades del litoral, es que no podía ser de otra forma, la imposibilidad de ocupar rutas marítimas por el Mediterráneo, no dejaba otra opción que la de utilizar el Océano Atlántico para tales fines, situación que dejaba en inmejorable ventaja a aquellas naciones ubicadas estratégicamente frente a este Océano como ocurre con España y Portugal. De esta manera, fue creciendo el potencial naval y su utilidad, tanto en la paz como en la guerra.

FACTOR TECNOLÓGICO: Para adentrarse en el océano y practicar una navegación por Océanos con ciertas garantías, fue muy conveniente poder disponer, en primer lugar, de una embarcación resistente al oleaje, fuerte y bravo, del Atlántico, ya que ni servían las galeras movidas a remo, de bajo bordo y excesiva tripulación; la solución ideal sería la carabela. En segundo lugar, se hizo necesario estudiar y conocer las condiciones físicas del mar, los vientos y corrientes que reinaban en cada lugar para aprovecharlos al máximo y marcar las rutas más favorables. Por último, resultó imprescindible manejar todo tipo de instrumentos que ayudasen a orientarse en medio del ancho mar, localizar con la máxima precisión las tierras que se iban descubriendo y asegurar el regreso a los puertos de origen.
La carabela nació, y empezaron a navegar hacia 1440. La primera innovación que presenta es que se trataba de un velero largo, de ahí su velocidad y manejabilidad.. Su casco era muy resistente y apto para la violencia del Océano. Una segunda característica se refiere al velamen. Lo desarrolló mucho: aumentó los mástiles y empleaba indistintamente la vela cuadrada y triangular o latina, con lo que ganó fuerza motriz y capacidad de maniobra. Desde que se inventó la carabela, las únicas innovaciones hechas durante casi trescientos años se refieren sólo al perfeccionamiento del velamen. Fue lo más rápido que surcó las grandes rutas y únicamente quedó desplazada por la llegada del vapor. La capacidad de carga variaba bastante. Las más utilizadas durante los siglos XV y XVI oscilaban entre 60 y 100 toneladas. Entre 15 y 30 tripulantes eran suficientes para gobernar el barco, y algunos más si iban en misión de descubierta.
Todo piloto que se lanzara a expediciones mar adentro, solía ocuparse de que no faltaran en su barco algunos instrumentos como la brújula marina, consistente en una aguja magnética depositada en una pequeña caja que flotaba sobre el agua y volvía siempre su punta hacia el norte. También solía utilizar el cuadrante común, para obtener la latitud. Menos frecuente era el uso del astrolabio y la ballestilla, también para la latitud. Tablas y almanaques, la sonda y la ampolleta o reloj de arena tampoco faltaban. Con esto y un sentido especial de la orientación, estos hombres surcaron los mares con bastante seguridad y éxito.

EMPRESA DESCUBRIDORA PORTUGUESA

Con ENRIQUE EL NAVEGANTE, los portugueses habían comenzado sus exploraciones por las costas africanas, este rey portugués,era hijo de Juan I de Portugal y de Felipa de Lancaster, hermana de Enrique IV de Inglaterra. Alentó las empresas de exploración geográfica acometidas por los portugueses en el siglo XV. Muy joven, participó con sus hermanos Duarte y Pedro en una expedición lusa por las costas de Africa septentrional, que terminó con la conquista de la ciudad de Ceuta (1415). Al año siguiente, envió a Gonzalo Velho a explorar la costa occidental de Africa, y cuando éste regresó, encargó a Alfonso Beldaya otro viaje a lo largo de la misma costa. En el intervalo fundó en Sagres una escuela de náutica, con el propósito de adiestrar capitanes y tripulaciones portuguesas con miras a empresas de exploración marítima. Sus objetivos en tal sentido fueron fundamentalmente dos: la recuperación de las tierras africanas al sur de las Canarias y la búsqueda de un camino a la India a través de los océanos Atlántico e Indico. Dentro de las empresas que llevó a cabo, hay que citar el descubrimiento de la isla de Madeira (1418), por Juan González Zarco y Tristán Vaz Texeira; la exploración de las Azores, de 1432 a 1457, y la conquista de Cabo Bojador (1434), Río de Oro (1436), isla de Arguin (1443), Senegal (1445) y golfo de Guinea (1460).
Otro importante monarca en el proceso de los Descubrimientos Geográficos portugueses fue Juan II Rey de Portugal en 1481, a la muerte de su padre Alfonso V. Sometió la aristocracia al poder real tras duras luchas. Intentó la alianza con Castilla por medio del matrimonio de su hijo Alfonso con la infanta Isabel, futura reina de Castilla, pero la muerte de aquél impidió su realización. Durante su reinado prosiguió la expansión colonial portuguesa y se concertó el tratado de Tordesillas con Castilla (1494), en el que se fijaron los límites de los dominios de ambos reinos en ultramar


ALGUNOS IMPORTANTES NAVEGANTES PORTUGUESES:

Bartolomé Días: ( 1450-1500), navegante portugués. Fue el primero que bordeó el cabo de Buena Esperanza, en África. En 1481 capitaneó una de las naves de la flotilla que el rey Juan II de Portugal envió a la Costa de Oro africana. Cinco años más tarde, el rey lo puso al frente de una expedición para explorar la costa occidental de África, que se organizó siguiendo la experiencia de la que en 1482 Diogo Cam realizó y que llegó hasta un punto muy al sur cercano a la bahía Walvis. Dias zarpó de Lisboa en agosto de 1487 y en febrero de 1488 bordeó el extremo meridional del continente africano hasta el estuario del río que más tarde sería conocido como Great Fish. Esto supuso la apertura de una ruta marítima entre Europa y el Lejano Oriente que los comerciantes y políticos europeos consideraron esencial para la prosperidad de Europa. Vasco da Gama fue el primero en conseguir completar la ruta hasta la India, ruta que no era posible realizar sin bordear el cabo de Buena Esperanza. De esta forma se completó el proyecto que había comenzado con Enrique el Navegante a comienzos del siglo XV.
En su viaje de regreso, hizo escala en las mesetas del extremo sureste de África, que llamó cabo Tormentoso, o cabo de las Tormentas, y que más tarde el rey Juan II de Portugal llamó cabo da Bõa Esperança, o cabo de Buena Esperanza. Dias exploró en total 2.030 km de litoral africano desconocido hasta entonces. En diciembre de 1488 volvió a Lisboa. En 1500 navegó en una expedición bajo el mando del también navegante portugués Pedro Álvares Cabral a tierras de Brasil. Poco después pereció en una tormenta, precisamente en el cabo de Buena Esperanza.

Vasco de Gama: Navegante portugués. A raíz de la muerte de su padre, Esteban da Gama, fue puesto al frente de una expedición que, por orden de Juan II, debía ir a la India bordeando las costas de Africa. Sin embargo, la expedición partió diez años más tarde, el 8 de julio de 1497, durante el reinado de Manuel el Afortunado, con una dotación de cuatro navíos y 200 hombres. Durante la travesía Vasco de Gama se convirtió en el primer europeo que dobló el cabo de Buena Esperanza, arribando el 1 de mayo de 1498 a Mozambique, y posteriormente a Melindo, donde el sultán le proporcionó un guía árabe que le condujo a la India, a donde llegó en mayo de 1498, después de más de diez meses de navegación. En la India consiguió firmar un tratado comercial con el príncipe Zamorín que abrió a los portugueses la posibilidad de monopolizar el comercio de especias, por lo que, de vuelta a su país, Vasco de Gama fue nombrado almirante de los Mares de la India. En 1502 volvió a repetir el viaje, esta vez con una flota de veinte navíos, con el propósito de fundar factorías comerciales en la India. En este segundo periplo descubrió las islas Almirante, conquistó Quiloa, bombardeó Calicut como represalia por el asesinato de cuarenta comerciantes portugueses y destruyó una flota árabe-hindú. Además, firmó un nuevo tratado con el rey de Cochin y estableció factorías en las costas de Decán. Después de un tercer viaje, el rey Juan III le nombró gobernador, con el título de Virrey de las Indias, y conde de Videgueyra, justa recompensa para el hombre que había abierto un nuevo camino a Oriente que permitió abandonar la peligrosa ruta terrestre que años atrás descubriera Marco Polo.

Pedro Alvarez Cabral. Navegante portugués. Al mando de una importante expedición a las costas africanas, auspiciada por el rey Manuel el Grande, inició su viaje en el año 1500. Cuando alcanzó una latitud próxima al cabo de Buena Esperanza, desvió el rumbo de sus naves hacia el sudoeste y llegó a una nueva tierra que llamó Santa Cruz (Brasil, año 1500), de la que tomó posesión en nombre de Portugal. De allí volvió al cabo de Buena Esperanza y perdió varias naves a causa de un violento temporal. Pasó después a la India y Ceilán, y regresó a Lisboa en 1501. En su tierra natal fue recibido por el rey con una gran frialdad, debido probablemente a la pérdida de varios navíos. La desilusión y el abatimiento que le produjo esta falta de entusiasmo después de los sacrificios pasados le decidió a retirarse de la navegación, y permaneció en la sombra el resto de su vida.

LA EMPRESA DESCUBRIDORA ESPAÑOLA

Al finalizar el siglo XV, la situación de España era especialmente favorable para participar en las exploraciones. El reinado de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, significó unir las coronas de Castilla y Aragón y formar una unidad política de fuerte gravitación. Aquellos monarcas sometieron a los caballeros feudales, impusieron el orden y afianzaron el poder absoluto de la monarquía. Pudieron, además, concluir la lucha con los árabes e incorporar el reino de Granada(1492); con esto último se cumple uno de los objetivos más importantes del Absolutismo: Una sola autoridad, una sola cultura y una sola religión.
Unificada España, su poderío podía entrar a una etapa de expansión.

ALGUNOS IMPORTANTES NAVEGANTES AL SERVICIO DE LA CORONA ESPAÑOLA

Cristóbal Colón, (1451-1506). Este navegante genovés al servicio de los Reyes Católicos. Convencido de la posibilidad de llegar a las Indias a través del océano Atlántico, pues según sus cálculos, la redondez y las dimensiones de la Tierra permitiría un viaje mas corto y mas directo, intentó interesar a diversas Coronas europeas en sus proyectos, hasta que en 1492 los Reyes Católicos aceptaron definitivamente sus propuestas.
Una vez firmadas las Capitulaciones de Santa Fe, que otorgaban a Colón la gobernación y el virreinato de las tierras descubiertas, se iniciaron los preparativos. Con una nao y dos carabelas, y una tripulación reclutada por los hermanos Pinzón, salió de Palos de Moguer en el mes de agosto de 1492. Tras un difícil viaje, llegó a la isla de San Salvador el 12 de octubre de 1492. Colón creyó en un primer momento que había llegado a las Indias orientales. En ese primer viaje tocó asimismo en otros territorios (Cuba, que llamó Juana, La Española, etc.). En 1493 inició el retorno a España y fue recibido por los Reyes Católicos en Barcelona.
Se le concedieron los títulos de almirante, virrey y gobernador de las tierras descubiertas. El segundo viaje lo inició el 25 de septiembre del mismo año. Arribó a la Deseada el 3 de noviembre, tocó Guadalupe y descubrió Puerto Rico. En 1494 descubrió Jamaica, y en 1495 Trinidad, instalándose en La Española hasta su regreso a España el 11 de junio de 1496.
Confirmada su autoridad por los monarcas, emprendió su tercer viaje el 30 de mayo de 1498, arribando de nuevo a La Española, en donde encontró a la colonia en plena guerra civil a causa de la rebelión de Francisco Roldán. Ante la confusa situación, los Reyes Católicos decidieron enviar al comendador Bobadilla, quien mandó apresar a los hermanos Colón y los envió a España.
Rehabilitado por los reyes, partió de nuevo el 11 de mayo de 1502, tocando Honduras, Panamá y Jamaica, pero no pudo arribar a La Española, al serle prohibida la entrada por el gobernador Nicolás Ovando. En Jamaica quedó aislado durante un año, hasta que finalmente Ovando decidió rescatarlo. Regresó a España el 7 de noviembre de 1504.
Colón se dedicó entonces a reivindicar sus privilegios, ya que, si bien disfrutaba de beneficios económicos, no gozaba de las prerrogativas de almirante y gobernador de las nuevas tierras. El pleito con la Corona quedó en suspenso al producirse su muerte en Valladolid.

,Vasco Núñez de Balboa (1475-1519), navegante y conquistador español, descubridor del océano Pacífico. Realizó varios viajes a territorios del Caribe participando en su conquista, supo ganarse las simpatías de los colonos y además consiguió que el virrey Diego Colón, máxima autoridad en América, le nombrase lugarteniente suyo en el Darién. El rey, por su parte, le nombró el 23 de diciembre de 1511 capitán y gobernador interino del Darién(Panamá).
En sus campañas de conquista de nuevas tierras y de alianzas o sometimiento de los indios, Balboa tuvo noticias de la existencia hacia el sur de un gran mar y de tierras donde abundaba el oro, quizá se referían al Imperio inca del Perú. A raíz de tales noticias, Núñez de Balboa organizó una expedición con 190 españoles (entre los que se encontraba Francisco Pizarro) y 800 indios que atravesó por primera vez el istmo de Panamá. El 25 de septiembre de 1513 avistó el ansiado mar, al que llamó MAR DEL SUR debido a la dirección seguida por la expedición desde el punto de partida, pero que más tarde fue llamado Pacífico por la expedición de Magallanes (1520), a causa de los suaves vientos alisios que en él soplaban. Luego de tomar posesión del mar en nombre de España, Balboa y sus hombres regresaron a Darién (enero de 1514).

Vespucio Américo, (1454-1512), navegante y descubridor italiano al servicio de España, cuyo nombre sirvió para denominar el continente recién descubierto (América).
Nació en la ciudad italiana de Florencia en 1454, en una familia acomodada cercana al círculo de los Médicis, lo que le permitió entrar en contacto con importantes humanistas de la Florencia renacentista. Permaneció hasta 1491 al servicio de los Médicis.
En 1492 se trasladó a España para representar los intereses comerciales de esta familia en Sevilla, dedicado al comercio de oro y esclavos y proveedor de los aprestos de las naves en las travesías al Nuevo Mundo, decidió dedicarse a la navegación.
Entre 1499 y 1502 realizó varios viajes a América que relató en cinco cartas dirigidas a distintos destinatarios. Siguiendo la ruta de viaje de Cristóbal Colón, recorrió la costa norte de Sudamérica y llegó hasta el cabo de la Vela (Venezuela), llegó a Brasil y bordeando la costa en dirección sur arribó a la Patagonia, cerca del estrecho que poco después descubrió Fernando de Magallanes. Comprobó así que las tierras descubiertas no eran una prolongación de la península asiática, sino un nuevo continente. La noticia del descubrimiento de un nuevo continente se difundió con extraordinaria rapidez por las cortes europeas y en círculos eruditos. El cosmógrafo Martin Waldseemüller se refirió en su Cosmographiae introductio, —introducción para la versión latina de la Geografía de Tolomeo, preparada en esta abadía y publicada en 1507— a las noticias de Vespucio. Allí se decidió dar al nuevo continente el nombre de América en su honor.
En 1504 estaba de regreso en Sevilla y al año siguiente fue recibido por el rey Fernando el Católico en Toro (Zamora) que le concedió la ciudadanía castellana. En 1508 fue designado primer piloto mayor de la Casa de Contratación, cargo que compaginó con sus negocios indianos, invirtiendo su dinero en alguna de las flotas que partían al Nuevo Mundo.
Fernando de Magallanes, (c. 1480-1521), navegante portugués, con grandes conocimientos de náutica y cartografía, inició la expedición que dio la primera vuelta al mundo y descubrió el estrecho austral que lleva su nombre. Nació en las cercanías de Oporto hacia 1480, en el seno de una familia solariega. Educado en la corte portuguesa, donde aprendió geografía y náutica, en 1505 se embarcó en la expedición de Francisco de Almeida a la India y allí obtuvo informes acerca de las Molucas. De nuevo en Portugal, participó en la campaña del norte de África (1513), donde resultó herido.
Caído en desgracia en la corte de Manuel I el Afortunado de Portugal, Magallanes llegó a Sevilla en 1517 con el cosmógrafo Rui Faleiro. Convencido de que las Molucas estaban situadas dentro de la demarcación española que había fijado el Tratado de Tordesillas (1491), ofreció al rey de España Carlos I (V del Sacro Imperio) los proyectos para explorar oriente que el rey portugués había rechazado. Su propuesta era llegar a las islas de las especias por una ruta occidental de jurisdicción española, a través de un paso o estrecho por el sur de Sudamérica, evitando así entrar en los dominios portugueses. Aprobado el proyecto, se firmó una capitulación el 22 de marzo de 1518 en Valladolid, por la que se nombró a Magallanes capitán general de la Armada y gobernador de todas las tierras que encontrara.
El 10 de agosto de 1519 Magallanes partió de Sevilla hacia la Especiería con cinco naves: la Trinidad, nave capitana; la Concepción, con Juan Sebastián Elcano como maestre; la San Antonio, la Santiago y la Victoria, que fue la única que regresó a España, y unos 250 hombres, entre los que figuraba Antonio de Pigafetta, cronista del viaje. Durante más de un mes permanecieron en el puerto de Sanlúcar de Barrameda, y por fin el 20 de septiembre de 1519 Magallanes puso rumbo a Sudamérica. Tras aprovisionarse en el archipiélago de las islas Canarias, y luego de entrar en la bahía de Río de Janeiro y explorar el estuario del Plata, el 31 de marzo de 1520 llegaron a la bahía de San Julián, donde invernaron cerca de cinco meses. Aquí Magallanes hubo de sofocar un motín y perder dos naves: la Santiago en labores de exploración y la San Antonio que desertó.
Iniciada la navegación, el 21 de octubre entraron en el deseado estrecho, al que Magallanes llamó de Todos los Santos, y salieron al océano Pacífico el 28 de noviembre.
Ascendieron por la costa chilena hasta colocarse sobre los 32º de latitud S, desde donde viraron hacia el Oeste y penetraron en el Océano Pacífico. Durante tres meses navegaron sin provisiones frescas ni agua y con la tripulación padeciendo escorbuto, hasta que el 24 de enero de 1521 llegaron a las islas Marianas, que llamaron de los Ladrones, donde se aprovisionaron. Luego alcanzaron las islas Vizcaya (16 de marzo), en el centro del archipiélago de las islas Filipinas, que llamaron de San Lázaro. En la isla de Cebú, Magallanes estableció la primera alianza española, pero al morir durante un combate con los indígenas en la isla de Mactán, el 27 de abril, no pudo completar la hazaña de dar la primera vuelta al mundo. La expedición se dirigió a las Molucas y tras quedarse con una sola nave, la Victoria, al mando de Elcano, llegó a España el 6 de septiembre de 1522, con 18 supervivientes y cargada de especias.


FORMACIÓN DE LOS IMPERIOS COLONIALES: SURGIMIENTO DE LOS CONFLICTOS

La rivalidad entre Portugal y España en el Océano Atlántico se inició con los tempranos descubrimientos que los portugueses habían hecho en las costas occidentales de Africa.
Por una parte, los objetivos de estas acciones portuguesas eran dominar el comercio con el Oriente y eliminar los recursos económicos y la influencia religiosa de los Musulmanes. Esta mezcla de lucha religiosa y comercio dio gran prestigio a Portugal y le permitió obtener, en 1454, del Papa Nicolás V, la Bula Romanus Pontifex, por la cual se concedía a Portugal, el dominio exclusivo de la costa africana desde el Cabo Bojador hasta Guinea. Dos años después, en 1456, el Papa Calixto III, mediante la Bula Inter Caetera, confirmó la concesión anterior a la Orden de Cristo(Organización militar y religiosa portuguesa, cuya misión era defender la fe cristiana y combatir el Islam), todo poder, dominio y jurisdicción espirituales sobre la región reservada a Portugal.
Estas dos Bulas Papales tuvieron consecuencias fundamentales en las relaciones de Portugal con España: Los españoles que comerciaban en la Alta Guinea y en las islas Canarias, se vieron sometidos a fuertes presiones. Los portugueses hacían valer de sus derechos y en mas de una ocasión destruyeron las embarcaciones españolas. Así se llegó al Tratado de Alcazovar(1479), ratificado en Toledo(1480). Por este Tratado, los españoles reconocieron ampliamente para Portugal el monopolio de la pesca y el tráfico marítimo por la costa occidental; en cambio, los portugueses reconocieron la soberanía española en las islas Canarias.
En virtud de lo anterior, cuando Cristóbal Colon regresó a España, después de su primer viaje, los Reyes Católicos se apresuraron a solicitar ante el Papa Alejandro VI su mejor derecho a tener soberanía absoluta sobre las tierras recién descubiertas.
Alejandro VI entregó los títulos de reconocimiento a través de las Bulas Alejandrinas. La primera de ellas, Inter Caetera(1493), favoreció a los Reyes Católicos con todas las tierras que se descubrieron navegando hacia el oeste y que no pertenecieran de antemano a algún otro príncipe cristiano.
La segunda Inter Caetera, estableció una línea divisoria situada a cien leguas al Oeste de las islas Azores y de las islas Cabo Verde, a partir de la cual eran de España todas las tierras ubicadas al occidente de la línea.
Por último, por la Bula Dudum Siquidem, el Papa Alejandro VI amplió las concesiones hechas a los reyes españoles ya que les ofrecía ” Todas y cada una de las islas y tierras firmes descubiertas o por descubrir … navegando o marchando hacia Occidente y aún al mediodía, bien se hallen tanto en las regiones occidentales como en las orientales y existan en la India”.
La alusión en la Bula Dudum Siquidem a la India y las posibilidades que abría a los españoles, inquietaron al rey Juan II de Portugal y lo impulsaron a entrar en negociaciones con los Reyes Católicos. Estas negociaciones se concretaron en el Tratado de Tordesillas(1494), en el cual se dispuso que la línea demarcatoria se ampliaba a 370 leguas al Oeste de las islas de Cabo Verde y que toda tierra descubierta o por descubrir al Oeste de la línea pertenecería a España y aquellas que se situaban al Este a Portugal.
Solucionado el diferendo entre Portugal y España, cada nación trató de obtener ventajas de su posición: Portugal asegurando sus territorios en las costas africanas dominando y ejerciendo control por medio de sus factorías de las rutas marítimas al Oriente y los españoles se aventuraron en nuevos descubrimientos de tierras pues tenían asegurada la soberanía en ellas, fue así cuando Magallanes abrió la posibilidad para que los navíos españoles cruzaran el Océano Pacífico para llegar a las Indias Orientales, los portugueses se inquietaron lo que promueve, nuevamente, las negociaciones. Estas se llevaron a cabo en el año de 1529 , cuando el rey de España Carlos V, renunció a todo los derechos, acción o dominio, propiedad y posesión de las islas Molucas(situadas al sur este de Asia) a cambio de una indemnización de 350.000 ducados de oro. También se estableció una nueva línea de demarcación que pasaba 298 leguas al Oriente de las Molucas que delimitaba los territorios de los españoles y portugueses en el hemisferio oriental.